Ámame, suave, pero ámame.
Ámame de amor y de celos, pero solo a mí.
Mete en un tarro un poquito de ese olor tuyo que me enciende y me llama y dámelo para tenerte conmigo siempre que quiera. Átame a tu cuerpo y no me sueltes.
Encadéname a tu piel y trágate la llave.
Déjame tocarte a fuego lento hasta que te abrases, te hierva la sangre y explotes.
Explota sobre mí. Déjame entrar. Quiéreme.
Ámame suave, fuerte o intermedio, pero Ámame.
Solo a mí.
Sebastián Müller ©
No hay comentarios:
Publicar un comentario