lunes, 30 de julio de 2012

Habitación 209





Tu voz, tus ojos,
tus manos, tus labios...

Nuestro silencio, nuestras palabras.
La luz que va, la luz que retorna.

En busca del placer,
vimos la noche crear el día.

Una caricia tuya,
me guía hasta mi infancia.

Cada vez veo mejor la forma humana, 
en tus pupilas dilatadas en la oscuridad.

Todo por casualidad, todo por azar,
y tan solo me quieres abrazar.

Una mirada,
miles de palabras.

Todas las cosas se mueven, y voy hacia ti,
hacia tu luz.

Los rayos de tus brazos,
perforan mi niebla.

¡Estrújame, muérdeme,fóllame y mátame!
Quiero que me odies, que me quieras,
que no puedas vivir sin mi.



Sebastián Grinspun ©



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